jueves, 26 de enero de 2012

Artesanos de los Alimentos

Trabajando en el plan de mercados municipales de Andalucía, a mediados de la década pasada, confirmamos que la calidad de los productos frescos ofrecidos en los mercados de abastos seguía siendo el principal reclamo para sus clientes. Pero también detectábamos que ese atractivo iba perdiendo fuerza, pues los grandes distribuidores estaban mejorando la logística y su "cadena de frio" para hacer llega mejores productos frescos. Ni que decir tiene, que de entonces han ido mejorando cada vez más.



Ante esta situación, tuvimos que pensar en otras cualidades propias de los carniceros, fruteros y pescaderos, y ponerlas en valor como elemento diferenciador en los mercados municipales. No tuvimos dudas, para nosotros la cualidad más atractiva y con gran potencial de desarrollo era su capacidad como artesano de los alimentos, su conocimiento en la preparación de los productos para que podamos cocinarlos con facilidad. Esa destreza para limpiar, trocear y condimentar, entre otras virtudes, tenía que ser más explotada comercialmente y hacerlas llegar a los nuevos consumidores.



Entendíamos que había que dar el salto al desarrollo de lo que se denomina en la distribución alimentaria como “cuarta gama” o embasado de productos frescos mínimamente procesado. Sabíamos que lo esencial se tenía, comerciantes experimentados en preparar los alimentos, listos para consumir o cocinar. También, que había de dotar de recursos, y pudimos comprobar que el coste tecnológico era mínimo, principalmente envasadoras y etiquetadoras de uso compartido, al igual que otras dotaciones comunes de los mercados. Pero además había que presentarlo no sólo en los puestos de mercado, así que pensamos en salas de autoservicio y máquinas expendedoras, para así ponerlos a disposición a quienes no disponen de tiempo y no pueden adaptarse a los horarios de los mercados de abastos.


Esta noticia me ha hecho recordar todo esto.



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